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ÁNGEL GARCÍA ROLDÁN 

O LA PINTURA COMO ACTO COMUNICATIVO

 

Gloria Álvarez

 

Texto publicado en el triptico de la exposición 'Contextos'. 2006.

 

 

 

La producción artística de Ángel García Roldán (AGR, en lo sucesivo) se está desarrollando en diversos ámbitos: la pintura, la escultura, la infografía, la vídeo-creación y la instalación. No obstante, en las obras recientes triunfa la pintura-pintura. Cabe pues, afirmar que se trata de una obra procesual que toma como punto de partida la imagen fotográfica (analógica antes e infográfica ahora) para desembocar en un tratamiento pictórico.

 

Sus pinturas funcionan como eficaces «atrapamiradas» porque, al igual que las imágenes publicitarias, tienen una presentación pregnante y un cromatismo vistoso concebido para enganchar desde el primer instante al espectador. Y, en un segundo tiempo, incitarle a pensar e interpretar cada una ellas. Tal vez, por este motivo, en ocasiones, se haya catalogado la producción de AGR dentro del Pop-art. Sin embargo, no lo es en absoluto, puesto que su obra encierra una concepción diversa del arte como acto comunicativo y como invitación a la reflexión sobre los códigos de cualquier forma de comunicación.

 

El hecho de los eslóganes -o enunciados lingüísticos- estén siempre escritos en otros idiomas distintos del español (griego, latín, alemán e inglés) alude al tema bíblico de la confusión de lenguas posterior a la Torre de Babel. Y es que, por antitético que pueda parecer, AGR encuentra conexiones y motivo de inspiración tanto entre los hechos internacionales más recientes como en los antiguos temas mitológicos y bíblicos, entre los que podemos citar las Metamorfosis de Ovidio, las vanitas vanitatis del Eclesiastés y los iconos del arte musivario bizantino que con sus teselas brillantes logran fascinar al espectador. Y, por ello, AGR logra reactualizar esos motivos clásicos y, en algunas de sus obras, reitera la imagen del alicatado de gresite de las piscinas que devuelve los reflejos lumínicos como forma de aludir al arquetipo de Narciso ahogado en su autocontemplación; al tiempo que, en otras obras, reivindica el pasado esplendor de los paradisíacos jardines babilónicos.

 

Así mismo, la línea de trabajo desarrollada por AGR nos remite a la problemática de la identidad humana. Pero aún hay más, porque tal identidad es abordada desde dos enfoques complementarios: por una parte, desde la representación del “otro” que, ineludiblemente, conduce a ampliar el conocimiento de uno mismo; y, por otra parte, desde la indagación sobre el entorno en el que se desarrollan las interrelaciones humanas.

 

Otra noción a destacar es la de seriación, puesto que AGR plantea cada obra como unidad autónoma con sentido por sí misma y, simultáneamente, concebida dentro de una serie que enriquece su lectura. Por ello, la mayoría de sus pinturas funcionan como polípticos o, expresado de otro modo, como secuencias cinematográficas compuestas de fotogramas aislables.

 

Por último, conviene advertir de que -además del enfoque significante- AGR tiene un cuidado exquisito de la estética y de los aspectos formales, ya que consigue unos campos de cromatismo luminoso, de tonalidades sensuales, sobre los que registra los perfiles dibujísticos de unos personajes ensimismados y unos artefactos elocuentes.

 

Detalles de la exposición 'Contextos'. Palacio de los Salcedo. Baeza. Jaén. 2006.

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