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Antoine

D'Agata

Antoine D'Agata no deja indiferente. Su trabajo trabajo recorre aspectos muy interiores del ser, cosas como la enfermedad, la muerte, la carne, el cuerpo, el placer, el dolor, la paranoia, la locura. En suma una mirada que explora la oscuridad, la violencia como una acción colectiva de la sociedad contra el individuo. 

D'Agata muestra su trabajo sin texto, sin clasificación previa de las imágenes porque de alguna manera pertenecen a su propia vida. Sus imágenes zarandean la conciencia del espectador después de haberlo hecho con su estómago. Una existencia sin ataduras ni pertenencias: «ni casa, ni libros, ni equipaje, ni recuerdos». Nada donde sentirse preso, como única forma de liberación.

Pero Antoine D'Agata no es un fotógrafo ensimismado en sus propias voces, su trayectoria nos hace plantearnos que estamos ante una biografía con mayúsculas: Miembro de la agencia Magnum Photos desde 2004, D'Agata es el reportero más marginal de la agencia. La historia que hay detrás de Antoine incluye el inicio del anarco-punk en Marsella a finales de los 70s, cursar estudios en la prestigiosa ICP de Nueva York con la tutela de Larry Clark y Nan Goldin, fotografiar prostitutas y criminales en los barrios de México, y plantear algunas preguntas serias sobre qué se debería hacer y a qué se debe parecer el fotoreportaje.

Los continuos viajes de ida y vuelta al infierno le hicieron desembarcar en Camboya hace tres años. No fue un viaje más, su experiencia fue tan intensa que conoció el miedo para cambiar completamente su vida: «Viví mucho, sentí muchas cosas, muy intensas y malas a la vez, y esto daña más que el miedo a algo conocido. Creo que fui demasiado lejos; no hay forma de regresar. (...) estas fotografías son lo que vi, lo que sentí, lo que hice, lo que me hicieron, el dolor, la locura, la violencia, la muerte... Ha sido tan terrible y los experimentos con las nuevas drogas tan extremos, que estoy conmocionado. Y aunque trato de conservar cierta lucidez para seguir, estas heridas ya no se pueden curar. Sé que me ha dañado mucho».

Para D’Agata, las personas que fotografía son “los anticuerpos de nuestra sociedad, que con sus estrategias de supervivencia dan la mayor muestra de dignidad”. Y la fotografía debe plantearnos tomar partido. “Siempre la he utilizado para reinventar mi propio destino y para afrontar mi deber como ciudadano del mundo. Es el único lenguaje visual que obliga al autor a formar parte de la realidad”.

«Las imágenes son lo que son, pero aunque jamás vuelva a hacer una fotografía, pase lo que pase, con fotos o sin fotos, este camino que he recorrido tendrá sentido. He hecho todo lo que he podido para dar sentido al camino que escogí. Traté de decir lo que tenía que decir. Ahora sólo me queda seguir caminando. Si lo hago con imágenes o sin ellas, ya no es relevante».

 

Antoine D'Agata. "De no haber sido fotógrafo probablemente ya estaría muerto". Entrevista realizada por Nuria Gas. 2011.

 

+info: http://pro.magnumphotos.com/C.aspx?VP3=CMS3&VF=MAGO31_10_VForm&ERID=24KL53T_6

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