Francesca Woodman (1958-1981) fue es una artista decisiva y su trabajo continúa siendo objeto de atención y elogios de la crítica, años después de que ella se suicidara al saltar por una ventana del Lower East Side de Manhattana a la edad de 22 años. Su primera gran exposición tuvo lugar en 1986, cinco años después de su muerte. En menos de una década, Francesca Woodman creó un potente conjunto de fotografías en el que exploró el cuerpo humano y el complejo problema de representación del yo. Tanto en su trabajo con los modelos como en sus, a veces inquietantes, autorretratos, desafió totalmente las certezas de la fotografía, incluyendo en la linea discursiva de sus contemporáneas Ana Mendieta y Hannah Wike, así como de artistas de generaciones posteriores como Cindy Sherman, Sarah Lucas, Nan Goldin and Karen Finley, debido a sus diálogos con el yo y la representación del cuerpo femenino.

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Sus inicios en la fotografía fueron muy tempranos, desde los trece años, Woodman, era ya conocedora del medio y su lenguaje. Durante la década siguiente desarrollo toda su obra y en pocos años después de su muerte la reputación de ser una de las artistas americanas más originales de los 70'. Existe en sus imágenes algunos elementos inquietantes y sensuales del barroco italiano que las convierten en complejos procesos enigmáticos donde la inmediatez se hace innegable. Influencia motivada por los continuos viajes en su infancia desde Boulder (Colorado) a Antella (en la Toscana italiana). Posteriormente Woodman pasaría una estancia de un año en Roma como parte del programa European Honors en el Palazzo Cenci, posterior a la realización de sus estudios en Rhode Island School of Design (RIDS). Lo cierto es que uno de los imaginarios del barroco es la idealización especular en la transformación de los espacios sagrados a través del espejo. Precisamente el mismo deseode Woodman por atrapar la mirada y los infinitos puntos de vista de las tres dimensiones que recoge en su trabajo y que la conducirían a explorar los problemas de la identidad en la forma en que las personas se relacionan con el espacio. Woodman creaba complejos juegos de esconder y buscar con su cámara. Uno de sus atractivos permanentes y la forma en la que construía sus enigmas sobre la inmediatez y el movimiento.