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Jan Saudek
 

Nacido el 13 de mayo de 1935 en Praga, Checoslovaquia, hijo de un judío muy respetado y sobreviviente del campo de concentración de Theresienstadt, Jan fue expulsado de la escuela a los 15 años por su bajo rendimiento, etapa en la que comenzó a realizar fotografías de su familia y amigos con una cámara Baby Brownie. Saudek fué uno de los primeros fotógrafos checos cuya obra fue conocida en occidente.

 

Sus primeros trabajos son fotografías en blanco y negro, y no es hasta los años setenta que empieza a colorear sus copias dotándolas de su atmósfera más conocida y consagrando definitivamente su estilo. Entre otros, se inspira en el trabajo de ilustrador y artista Alfons Mucha, y en la iconografía medieval. Sus temas no solo ilustran la sexualidad y la sensualidad del cuerpo femenino, también se acerca al cuerpo masculino representado a menudo por el mismo u otros modelos que construyen algunas de sus escenas de ensueño entre la podredumbre de su sótano.

A partir de 1972 comienza a fotografiar en el sótano de su casa. En ese reducido espacio, que contaba exclusivamente con una ventana, el artista dió rienda suelta a sus reflexiones más profundas, concibiendo un imaginario dónde se materializaron la mayoría de sus imágenes. Liberándose de los prejuicios en este habitáculo-zulo el artista produjo un particular mundo al límite entre lo tremendo y horrible y la delicadeza onírica de las fantasías de un mundo que desaparece. Algo que late en cada una de sus fotografías es una extraña negación de la realidad. Sus escenas, muestra sujetos “oprimidos” bajo un escenario extasiante, y deja entrever a través de la sutileza de los detalles un hilo imborrable que relata lo inocentes que nos vemos ante la propia vida. Sudek afirma que no busca retratar la vida de otras personas, si no la suya propia. Quizás sea esa la cuestión principal de su trabajo: más allá de la impostura siempre encontramo lo biográfico.

Durante cierto tiempo el trabajo de Saudek fue considerado por la la Checoslovaquia comunista como demasiado provocador y choca frontalmente con los valores, considerándose un artista ilegal censurado durante los años ochenta. Pero su crecimiento fuera de las fronteras era ya imparable. Había algo único y turbador en sus imágenes con estilo propio. Hoy sus fotografías son particularmente apreciadas.

Su obra podría definirse como la consecuencia de dos circunstancias vitales: la primera, durante su infancia, cuando permanecía internado en un campo de concentración junto a su hermano mellizo y lograron escapar gracias a un golpe de suerte. La segunda, cuando descubrió The family of man, una exposición de Edward Steichen que le impulsó a experimentar con la fotografía como medio de expresión, su propósito era retratar a aquellos seres con los se sentía emocionalmente vinculado.

El trabajo de Saudek muestra una colección de desnudos cuyos cuerpos se alejan de los parámetros de belleza habituales. Cuerpos anoréxicos, celulíticos, tullidos, pieles imperfectas, estriadas o envejecidas… Sin embargo, su belleza trasciende a los cánones, y la reinventa, provocadora extrayéndola de lo más grotesco.

 

«Yo he mirado un muro húmedo y decrépito, y de pronto me he liberado, he salido de esta cueva».

 

«No estoy seguro de qué significa erotismo. Si son desnudos, intenté captarlos nada más hacerme fotógrafo. Entonces me inspiraba en Lewis Carroll, en la actualidad en nadie. Estoy chapado a la antigua: trabajo solo con carretes y papel. Con cámaras digitales únicamente he hecho pruebas».

«No creo que la obra sea diferente del trabajo de otrosfotógrafos. Yo lo llamo kitsch, pero hay quien dice que es porno blando. Fotografía erótica, pornografía…. No existe esa distinción. Está en el ojo del espectador. Y si, creo que una fotografía erótica debería despertar la líbido».

 

Jan Saudek

+infohttps://www.saudek.com

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