La distancia entre mirar y contemplar reside en que en lo primero se perciben las cosas que están fuera de nosotros, en lo segundo, se absorbe la realidad de tal manera que el tiempo se para y la imagen sobre la que nos abstraemos sublima lo presente. La fotografía sabe de esto y con ‘Hotel Series’ propongo observar cada uno de los instantes sublimados, como el viajero frente un mar de nubes, “Der Wanderer über dem Nebelmeer” (1817), de Caspar David Friederich. Aunque en este caso el paisaje sea distinto.
A primera vista las fotografías de ‘Hotel Series’ pueden parecer una colección de desnudos vehiculados por un erotismo que se aproxima a esos lugares tan cercanos de la publicidad o la moda. Pero quien se aproxime un poco más, verá en ellas un discurso más interesado por la ficción de lo cotidiano y el coleccionismo de lo íntimo, que un deseo melancólico por reconstruir lo bello. Un limite, no obstante, que deberá de superar el espectador si quiere ver más allá de su mirada.
El desnudo parece estar siempre ligado a su cuestión erótica, en un mundo donde las imágenes son creadas para atraer las miradas sobre los objetos y los artefactos del consumo. Pero mi punto de partida es otro, quizás más sutil y menos pasional. Las fotografías de ‘Hotel series’ surgen de la búsqueda de un desnudo simbólico que escape a la facilidad de su erótica, o mejor aun una erótica que nos anteponga a una suerte de pensamiento sobre otras cuestiones ligadas con los contextos y sus narrativas. Me interesa el desnudo por su capacidad natural de contar historias, el desnudo como el paisaje de un pasaje vital, que posiblemente nos adentre en cuestiones más profundas sobre lo mítico, lo humano y sus trasuntos; quizás una iconografía de la soledad que se construye y deconstruye en el mismo momento de compartir y compartirse. Mis imágenes muestran precisamente eso: soledades y de ahí los lugares de paso, el suelo y mis pies en estos asuntos.
Qué puede resulta más enigmático: ¿el desnudo de un cuerpo anónimo en una habitación desconocida?, ¿o esos escenarios que nos hacen caer en la cuenta de que alguna vez también somos viajeros?. Cuando empecé el proyecto siempre tuve en cuenta este aspecto: ese nivel contractual gracias al cual uno habita con brevedad e interés los lugares impersonales que están continuamente habitándose en un incesante ir y venir de intereses y destinos. Creo que siempre me pareció más interesante todo lo que podría haber ocurrido en esos espacios que lo que yo pudiera estar elucubrando en esos momentos de contemplación.
***
The distance between watch and contemplate resides in that at first perceived the things that are outside of us,in the latter, absorbed the reality in such a way that the time is for and the image on which we abstractsublimates to submit. Photography knows about this and with 'Hotel Series' Iintend to observe each of thesublimated moments, as the traveler face a sea of clouds, "Der Wanderer über dem Nebelmeer" (1817), ofCaspar David Friedrich. Although in this case the landscape is different.
At first sight the photographs of 'Hotel Series' may seem like a collection of naked conveyed by an eroticismthat approximates those nearby advertising or fashion.
But who approaches a little more, you will see in them aspeech more interested by the fiction of everyday life and collecting intimate, than a melancholy wish to
rebuildthe beautiful. A limit, however, which must overcome the Viewer if you want to see beyond his eyes.
Nude seems to be always tied to its erotic question, in a world where images are created to attract looks onobjects and artifacts of consumption. But my point of departure is another, perhaps more subtle and lesspassionate. Photographs of 'Hotel series' arise from the pursuit of a symbolic nude who escape to the ease of itserotica, or better yet a erotic we prepend to a sort of thinking on other issues linked with their narratives andcontexts. The naked interests me for its natural ability to tell stories, nude as the landscape of a vital passage,that we may go on deeper questions about the mythical, the human and their transcripts; Perhaps aniconography of the loneliness that is constructed and deconstructed at the same time share and share it. Myimages are precisely that: solitude and hence places of passage, and my feet in these matters.
What can is more enigmatic: the nude of an anonymous body in an unknown room?, or those scenarios thatmake us realize that ever are also travellers?. When I started the project always took into account this aspect:that contractual level thanks to which one lives with brevity and interest impersonal places which are
continuallyabiding in a ceaseless comings and goings of interests and destinations. I think that always everything thatcould have happened found me most
interesting in these spaces to which I might be elucubrando in thosemoments of contemplation.
Ángel García Roldán.