Ángel García Roldán

17 de sep de 20221 min.

La edad que ya no tenemos

La existencia es tan caprichosa que nuestra imagen puede alcanzar una edad que ya no tenemos. Viviremos en la proeza de ese instante y las imágenes-rastro que permanecen evocarán para siempre nuestra memoria ante el paso del tiempo. Vivir es distinto a existir; vivimos nuestros días y existimos en la de otros. La fotografía de un ser querido es la cartografía de nuestro viaje por su mundo; podemos zambullirnos en su mirada para apaciguar la sed que nos dejó su ausencia. Vivir es una circunstancia caprichosa que puede ser permanente si la compartimos; existir es una otredad indomable, amiga de la memoria, la resistencia y el tiempo.

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