top of page
  • Foto del escritorVera Icono Producciones

Tempus fugit et tempus is permanent.


Entre monjes y visitantes. Ángel García Roldán. 2015.

La enmancipación de la mirada. CIC. El Pósito. Loja. Gema Guerrero Higueras.

Esta es una de las cualidades que el hecho fotográfico puede plantear más allá de las cuestiones estéticas o artísticas. El Fotodocumentalismo nos permite trasponer y sobrepasar lo temporal (la imagen temporal de nuestra efímera memoria), para transitar a través de la conciencia y la coincidencia, el marco selectivo de esa otra memoria permanente y colectiva. Lo que nuestros ojos no pueden ver, sucedió exactamente como se muestra en la imagen, aunque el encuadre en cualquier imagen ofrezca una verdad a medias. Lo cierto es que este tipo de registros obedecen a un tipo de realidad que no logramos poner en cuestión (el propio documento, o la ficción de éste, son formas reales de la evidencia histórica). Es falseable pero no incierta: La evidencia del ensayo visual, es precisamente su verdad como necesidad reflexiva. La transformación, la modificación, aunque solo sea una cuestión de superposiciones o veladuras son meros instrumentos para abordar la idea que subyace en la mirada y que opera en una doble visión: la del realizador y la del lector. El ensayo visual (ya sea foto-ensayo o video-ensayo) permite anteponernos y reponernos, revelando en su ejercicio una forma de 'evidencia-disimulada'. Las imágenes desde este punto de vista son un 'contenido múltiple y relacional', una 'estructura argumental primaria' que funciona a través de significados icónicos y relaciones semánticas entre las palabras-imagen: «Tempus fugit et tempus is permanent».

24 visualizaciones0 comentarios
bottom of page